miércoles, 6 de agosto de 2008

Fluidicisión

¡Bonita palabra! ¿Por qué demonios llamar a un blog de esta manera?

Hace poco descubrí, redescubrí, la sensación de fluir. Fue leyendo una web al respecto, no me acuerdo como llegué ni como se llamaba. La sensación que describía en realidad es familiar a todos, es la sensación que recordaba de cuando era niño, en la que los pensamientos y los actos iban acompasados, rítmicamente coordinados.

No se trata de ordenar a un brazo que se levante para cojer tal o cual cosa. Se trata de que fluya esta idea desde el pensamiento hasta tu brazo y que el movimiento del brazo fluya hacia su destino, de forma bella, sin estridencias.

Esta idea me resultó poderosa y, como he dicho, bella. Reflexionando sobre este nuevo punto de vista, me di cuenta del tiempo que llevaba ordenandome y obligándome a hacer cosas. Pensaba que tenía que cojer algo y tras el pensamiento disparaba una orden. Y todo en mi vida era así, pensamiento, luego acción. Algo muy occidental en realidad.

Pero hay otra forma de ver la vida, y de tomar decisiones e incluso de hacer ejercicios. Como el yoga, el tai-chi y demás. No son ejercicios rápidos, son rítmicos. Coordinan necesariamente movimiento y pensamiento para dar como resultado un ejercicio bello al alcance de cualquiera, sano para cuerpo y mente. La mente, por un rato, deja de ser exprimida para simplemente sentir, es decir, hacer aquello para lo que probablemente fuera concevida. En esos momentos no se hace uso del pensamiento racional (algo que, por otra parte, no se le da demasiado bien, aunque esto lo dejo para otro post ;-)

Y aplicar este sentimiento de fluir a las decisiones de tu vida es lo que llamo "fluidicisión". Mil veces me ha sorprendido la vida, mil más me ha dejado como un idiota, y mil más como un completo ignorante. Y tras esta realidad se esconde que no puedo adelantarme a ella, ni pensarla, sólo aceptar que es más grande, sabia e inteligente que yo...y que sólo puedo fluir en su seno.

[Pequeño ejercicio para aquellos que quieran sentir este fluir: ahora mismo estás delante de tu ordenador. Mueve tus ojos despacio por estas letras, mientras saboreas sus contornos y su mensaje. No muevas la vista rápidamente, no muevas los brazos rápidamente, no muevas nada rápidamente. Cuando quieras cambiar e ir a otro enlace, hazlo despacio, mimando el momento y cuando aparezca el nuevo contenido, haz lo mismo que hiciste: saborea su aspecto, lo que te dice y lo que no te dice. Si te tocas la cara mientras estas leyendo ésto, sigue leyendo pero presta atención a cómo tu mano recorre tu rostro. Si estás tocando la mesa, siente su textura y temperatura. Fluir es unión]